Los caminos de Miguel Ángel Russo y Junior estuvieron a punto de cruzarse en 2017, antes de que el técnico argentino arreglara su vinculación a Millonarios.

Tras más de un año sin tener trabajo, luego de su salida de Vélez Sarsfield, Russo entabló conversaciones con Fuad Char, máximo jerarca del Junior, quien le planteó la posibilidad de venir al conjunto rojiblanco.

Fuad, que por esos días había anunciado el despido de Giovanni Hernández, quería tener un técnico de prestigio, así como hizo en 1985 cuando viajó a Argentina para contratar a Roberto Marcos Saporiti, quien acababa de coronarse campeón con Argentinos Juniors.

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Russo cumplía con los requisitos que exigía Fuad ya que había sido, nada menos que campeón de la Copa Libertadores con Boca Juniors en 2007 y de primera división con Vélez, en 2005.

Los diálogos entre Char y Russo iban bien encaminados y hasta había un principio de acuerdo para que el argentino se convirtiera en el nuevo timonel del cuadro tiburón.

Pero en el remate del 2016, surgió la posibilidad de contratar al samario Alberto Gamero, que estaba jugando finales con el Deportes Tolima, pero quería tener un cambio de aires y qué mejor opción que el equipo más representativo de la Región Caribe.

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Por costos y por conocimiento del medio, la idea de Gamero resultó atractiva para Junior, que desistió de Russo para apostar todas sus fichas hacia el samario que llegó a un acuerdo con Antonio Char, que solo se oficializó cuando Gamero terminó su compromiso con el Tolima (perdió la final de la Liga con Santa Fe).

Gamero fue presentado por Junior y Russo, el primer candidato para este cargo, firmó por dos temporadas con Millonarios.

Gamero apenas duró dos meses en Junior (lo echaron tras una derrota en casa ante Jaguares), sin lograr clasificarlo a la fase de grupos de la Copa Libertadores y dejándolo en los últimos lugares del campeonato colombiano.

Unos meses después, en un encuentro con un grupo de periodistas deportivos en un restaurante ubicado en el norte de la ciudad, Fuad Char confirmó que el técnico de Junior para 2017 iba a ser Miguel Ángel Russo, que ya tenía todo acordado con el argentino, pero que su hijo Antonio y algunos amigos lo hicieron desistir de la idea.

“Mejor tráete a Gamero, que es más barato y es de acá”, le argumentaron a Fuad, quien terminó aceptando aunque sin estar del todo convencido.

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La información que se conoció después fue que Russo iba firmar contrato por un millón de dólares por temporada con Junior. El argentino, en diciembre de 2017, le dio la estrella 16 a Millonarios y al año siguiente también conquistó la Superliga derrotando al Atlético Nacional.

Junior, por su parte, tras el fracaso de Gamero, trajo por séptima vez a Julio Comesaña.